lunes, 14 de febrero de 2011

LOS VALORES EN LA CULTURA UNIVERSITARIA

Por:
Lic. Jessica Alarcón Tambo
Maestría: Docencia universitaria.       Aula: 504
Dirección del blogg: http://www.alarcon.tk/
Dirección página web: http://www.educacionenvaloresyciencia.webnode.es/
      
          En la cultura universitaria ya no hay realidades objetivas, sino suma de opiniones subjetivas, cada quien su verdad. Lo que tú dices es tu verdad, y la respeto, pero mi verdad es totalmente diferente y se cae en una apatía en descubrir la verdad de la vida. Así se va creando un ambiente amoral, no existen malas conductas ni pecados, “todo está bien” (yo estoy bien, tú estás bien), si así te gusta (hedonismo) y eres libre para hacerlo (libertinaje).
Con la amoralidad va el consumismo. Los jóvenes universitarios son terriblemente consumistas: refrescos y bebidas alcohólicas, ropa y calzado a la moda, espectáculos y diversiones alimentados por los medios de comunicación social, que constantemente están creando en los jóvenes necesidades artificiales. De ahí la mentalidad mercantilista, donde todo se vende y la impunidad donde todo se compra, que hacen añicos las reglas académicas y las leyes institucionales, que al final de cuentas fueron hechas “para otros”.
Es evidente que estamos sufriendo una crisis en la educación, no solo por los malos resultados académicos, sino por la pérdida de valores que muestra el alumnado. Cada día la sociedad demanda con más fuerza a las Universidades la formación de profesionales competentes, responsables y honestos.
El nuevo milenio necesita de profesionales con determinadas características personales que le permitan ejercer su profesión con principios éticos y morales, que hoy día casi se dan por perdidos, por tal razón urge adoptar una concepción científica de la personalidad, que establezca una autorregulación consciente de su conducta de manera permanente, que lleve al estudiante universitario a vivenciar los valores, es decir, conocerlos y sentirlos como importante, si no logra esto no es posible que logre cambiar su conducta. El valor no solo debe ser conocido por las personas, sino que debe llevar al estudiante universitario a la reflexión,  a vincularlo con su vida cotidiana en sus relaciones con los demás y con su concepción del mundo para que forme parte  de las cualidades de su personalidad.
Es necesario tener en cuenta que:
1.     Los valores como formaciones motivacionales de la personalidad se forman y desarrollan a lo largo de la vida del ser humano en un complejo proceso educativo en el que intervienen la familia, la escuela y la sociedad.
2.     El estudiante universitario se encuentra en un período de desarrollo de su personalidad, la edad juvenil, que constituye un momento de tránsito de la niñez a la adultez, en el que tiene lugar la consolidación del sistema motivacional y cognitivo que orienta su actuación, al lograr la regulación de la misma, sus formas más complejas de expresión en la autodeterminación. Por ello la educación de valores adquiere en este período una importancia extraordinaria ya que es en este momento que existen mayores posibilidades para la consolidación de valores que funcionan con perspectiva mediata, posición activa, reflexión personalizada, flexibilidad y perseverancia en la regulación de la actuación.
3.     La educación de valores en la Universidad es responsabilidad de todos los docentes y debe realizarse a través de todas las actividades curriculares y extracurriculares que desarrolla la Universidad pero fundamentalmente a través del proceso de enseñanza-aprendizaje.
4.     La educación de valores en el estudiante universitario se realiza en el contexto de su formación profesional, es por ello que la calidad de la motivación profesional constituye un factor de primer orden en la educación de valores del estudiante universitario.
Sólo creando espacios de reflexión en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los que el estudiante aprenda a valorar, argumentar sus puntos de vista, defenderlos ante los que se oponen a ellos, en los que el estudiante tenga libertad para expresar sus criterios, para discrepar, para plantear iniciativas, para escuchar y comprender a los demás, para enfrentarse a problemas con seguridad e independencia, para esforzarse por lograr sus propósitos, espacios en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los que sean los docentes universitarios guías de sus estudiantes, modelos de profesionales, ejemplos a imitar, sólo en estas condiciones se estará contribuyendo a la educación de valores del estudiante universitario.













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