jueves, 17 de febrero de 2011

ENCUENTROS Y DESENCUENTROS SOBRE LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

Por: Myriam Felicitas Montoya Riveros
Docencia Universitaria – Aula 504
http://myriammontoyariveros.blogspot.com

Las estrategias de aprendizaje están estrechamente relacionadas con la idea de que el lugar por excelencia para aprender es la escuela, sin considerar otros contextos de enseñanza y formas autónomas de aprendizaje. Se considera que los contextos de aprendizaje en los que se desenvuelve el sujeto son múltiples y debe de poseer más que algoritmos de enfrentamiento, potencialidades integradoras de desenvolvimiento y estructuración de sentidos y construcción de significados, integrando aspectos afectivos y cognitivos.
A pesar de ser un pensamiento que ha evolucionado en relación al papel que debe de tener el estudiante en su proceso de enseñanza aprendizaje, han sido estas mismas estrategias las que siguen elevando el papel activo del sujeto, conocedor de sí mismo, reconociendo que es insuficiente con reflexionar solo sobre procedimientos o instrumentos aplicados en una situación o sobre los recursos cognitivos a emplear, sino partir de la autorregulación a la búsqueda de los elementos dinámicos, afectivos, motivacionales, volitivos, comportamentales que se configuran en la historia individual del sujeto. Entendemos que el reconocimiento del carácter activo tal y como ha sido tratado, queda limitado, ya que en el dominio del proceso de apropiación de las estrategias de aprendizaje, así como en su utilización, es determinante el papel del profesor y solo en un segundo momento es que el estudiante asume de manera gradual el control del proceso. De igual manera queda limitado el papel de los sentidos psicológicos, lo cual permitió ubicar la personalidad del aprendiz como centro del proceso de aprendizaje, desde los contenidos, posibilitando la búsqueda por parte del sujeto de sus propios epítemas, la construcción de sus significados, etc.
Este tipo de estrategias no estimula el trabajo con las interacciones alumno-alumno, otorgándole poco valor a las mismas, aunque en algún caso solo reconoce su presencia. Siendo consecuentes con el concepto de Zona de Desarrollo Próximo de L. S. Vigotsky consideramos que en el aprendizaje la influencia de cualquier persona significativa en la solución de una tarea posibilita el posterior dominio de esos instrumentos psicológicos y que el estudiante sea capaz por sí solo de realizar la tarea. Para lograr una apropiación desde lo personológico en el uso de las estrategias de aprendizaje debe lograrse una relación visible con las expectativas del sujeto, facilitando que el aprendiz integre su estructuración futura de la personalidad. De esta forma el sujeto se compromete con el éxito en sus proyecciones. El sujeto sentirá como necesario su uso no solo en su vida escolar, sino en la cotidianeidad, permitiendo que experimente satisfacción, autoconfianza, búsquedas y se autorregule en función de ello.
Las estrategias de aprendizaje son asimiladas como saberes y no pueden ser utilizadas en situaciones distintas, como tampoco parten de un diagnóstico del sujeto psicológico que las utilizará, se propone para un tipo de habilidad o problema para todos los sujetos. Cada sujeto debe de partir de su conocimiento y la amplitud para la cual se ha diseñado la estrategia, utilizándola en la vida cotidiana al enfrentar disímiles condiciones.
Las ideas de Vigotsky permiten abordar de manera diferente el proceso de educación de los alumnos y su incorporación social. Sus ideas sobre el desarrollo integral, sus determinantes y la forma de estimularlo, nos permite referir su obra cuando se trata de abordar el desarrollo personológico desde el proceso docente. El aprendizaje como proceso complejo, requiere de un análisis epistemológico que facilite enfocar su dimensión desde la totalidad de sus determinantes. En el acercamiento a diferentes modelos psicológicos buscando este análisis encontramos el enfoque histórico-cultural como aquel que ofrece para fundamentar una concepción integral, que facilita la comprensión de la enseñanza como sistema de ayudas pedagógicas, que desde la didáctica de la interactividad estimula la formación y desarrollo de la personalidad del alumno con una activa participación como sujeto autorregulado y autónomo, siendo agente activo de su proceso de aprendizaje (Nieves, Z., 2001).
Esta concepción vigotskiana convierte al alumno en el centro del proceso de aprendizaje y sitúa su capacidad de aprender en un lugar prioritario dentro del proceso educativo. Se considera que este elemento supera los intentos que desde otras concepciones teórico-metodológicas tratan de ubicar el centro del proceso enseñanza-aprendizaje en otros elementos dentro de la didáctica pedagógica, además presenta una coherencia epistemológica al considerar el sujeto integral, contextualizado en su proceso y en constante intercambio con lo que le rodea.
El desarrollo sigue al aprendizaje puesto que este es quien crea el área de aprendizaje potencial. Esta constituye la ley de la genética y de la dinámica del desarrollo explicada por Vigotsky. Se comparte la propuesta de este autor al relacionar el aprendizaje del sujeto y su desarrollo, siendo el aprendizaje la premisa del desarrollo, un si y solo si, aunque ser determinante no significa que el sujeto sea un ente pasivo en su proceso de crecimiento y formación personológica. Los procesos de enseñanza y desarrollo son mediatos y mediatizados por el uso de signos e instrumentos, y por las interacciones del aprendiz consigo mismo y con otros significativos (familia, maestro y coaprendices) en su encuentro con el contenido (como expresión cultural) que debe internalizar). Vigotsky (1987) señaló: “en el acto instrumental, el hombre se conquista a si mismo desde afuera a través de las herramientas psicológicas”. Signo e instrumento se convierten en recursos de dominio de su propio comportamiento y de influencia sobre su desarrollo personológico. Cualquier herramienta psicológica posibilita que el sujeto la interiorice, regulando su comportamiento y a su vez como forma cultural interiorizada por este sujeto. Las Estrategias de Aprendizaje para el Desarrollo se convierten en portadoras de instrumentos que doten al sujeto de nuevas oportunidades de control de su comportamiento y van creando principios de desarrollo en la propia actividad de aprendizaje, así como satisfacción en las demandas de la tarea docente a la cual el alumno se enfrenta.
Las interacciones sociales que median en la relación estudiante-contenido provocan premisas del desarrollo personológico, al considerar este como proceso y resultado, en última instancia, de las relaciones sociales en las que se encuentra inmerso el sujeto concreto. Al lograr dominar los patrones culturales, trasmitidos de manera significativa, a la par del desarrollo se condicionan las pautas del comportamiento social..
Desde la perspectiva de concepción como instrumento psicológico afirmamos, al decir de Vigotski (1987): “lo nuevo consiste en que el hombre crea el mismo estímulos que determinan su reacción, los utiliza en calidad de medios para dominar los procesos de su propia conducta”. Se ha de partir de concebir estas estrategias como medio de autodominio, de autorregulación, potenciado en el proceso de enseñanza-desarrollo psicológico, la configuración armónica de la personalidad.
Esta concepción que se expone parte de un enfoque integral para comprender la enseñanza como un sistema de ayudas pedagógicas que, desde una didáctica de la interactividad, estimule la formación y desarrollo de la personalidad del alumno, participando este como sujeto autorregulado y autónomo. Se apoya en las leyes de la génesis y la dinámica del desarrollo explicado por Vigotski y asumido ya anteriormente por nosotros.
Este concepto que permite vertebrar la propuesta, brinda la posibilidad de abarcar elementos metarreflexivos y motivacionales sobre la base del principio de la unidad cognitivo-afectiva. Este principio es cardinal en el enfoque histórico cultural ya que pauta la futura formación de las funciones psíquicas superiores y a su vez las configuraciones psicológicas que son elementos determinantes en la estructuración de la personalidad. Posibilita la explicación de la complejidad comporta mental, vista desde la autorregulación y que se expresa además en la autonomía, la perseverancia y la autogestión que nuestra propuesta considera desarrollar. Este principio es abordado en su total magnitud, ante todo al considerar como nuestro objetivo primero el desarrollo integral de lo personal, es decir las formaciones superiores que constituyen ejemplo de la unidad cognitivo-afectivo, utilizando para ello las posibilidades que brinda esta unidad desde el punto de vista metodológico.
Por lo tanto, el interés principal es formar un hombre que no solo se desarrolle integralmente, sino que pueda ser transformador de su realidad, de lo que el sujeto conoce, lo que demanda, sus motivos y necesidades, de esta forma se proyecta el proceso hacia el desarrollo de ese propio sujeto, del logro de una integración madura en el contexto actual y proyectado hacia el futuro, consolidando sus formaciones psicológicas .

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