jueves, 17 de febrero de 2011

Alvin Toffler - El Shock del futuro


Durante los últimos años, la sociedad se ha visto azotada por el cambio, y parece estar adquiriendo nueva fuerza. La aceleración del cambio no afecta sólo a las industrias sino al hombre.
El “shock cultural” es el experimentado por el visitante no preparado al verse inmerso en una cultura extraña. Es lo que ocurre cuando los conocidos procedimientos psicológicos que ayudan al individuo a comportarse en sociedad son retirados de pronto y sustituidos por otros nuevos, extraños e incomprensibles.
Las sociedades de alta tecnología experimentan el cambio con una velocidad mucho mayor que la normal. La tecnología es una de las fuerzas más importantes que promueven el impulso acelerador. La tecnología es el motor, un acelerador, y el conocimiento es el carburante.
El conocimiento es poder y cambio, es una fuerza psicológica que de manera externa produce una aceleración interna que nos llega a perturbar. Esto es más notorio en personas mayores, quienes rechazan la acumulación de más situaciones generadoras de experiencias.
 Cuanto más rápidamente cambia una sociedad, más temporales son las necesidades aumentando la impermanencia en la sociedad.Hoy en día, las distancias geográficas tienen cada vez menos importancia pues podemos trasladarnos mas rápidamente al hacer viajes, cambiar de domicilio han llegado a ser cosa natural. El movimiento de personas de un lado a otro es característico de la sociedad superindustrial, contraponiéndose con las naciones preindustriales, con sus pobladores arraigados en un solo lugar.
Contraemos relaciones de interés limitado con la mayoría de las personas que nos rodean. Consciente o inconscientemente, definimos en términos funcionales nuestras relaciones con la mayoría de la gente. Hemos creado la persona disponible: el hombre modular. Más que relacionarnos con todo el hombre, lo hacemos con un módulo de su personalidad. Ninguna persona es intercambiable con otra, pero ciertos módulos sí lo son.
Los “task force” son la versión organizacional a la efimerización de la relación hombre - cosa: son grupos de trabajo destinados para un proyecto o problema singular. Si bien esto no es novedad, sí lo es la velocidad con que se integran y desintegran estos grupos. Lo mismo pasa con la cantidad. No llegan a reemplazar a las estructuras funcionales permanentes, pero las transforman por completo, restándoles hombres y fuerza.
El cambio también lo podemos percibir en el lenguaje, el arte, la música, la aceleración de todo el proceso se debe a los medios de comunicación y  la adaptación del modelo mental a los vertiginosos cambios de la realidad, requieren la aceleración de la misma, la que a su vez, tiene límites. Es una nueva exigencia al sistema nervioso.
La revolución implica novedad. El futuro se desplegará como una infinita sucesión de incidentes extraños, de descubrimientos sensacionales, de conflictos y dilemas completamente nuevos. Esto significa que muchos miembros de la sociedad superindustrial no se sentirán en ella como en casa.
Los productos del futuro podrán ser muchas cosas, menos standarizados. Vamos hacia un exceso de opciones, punto en que las ventajas de la diversidad y de la individualización son anuladas por la complejidad del proceso de decisión del comprador.
La importancia del estilo de vida, es que es considerada como la estrategia elegida para combatir el exceso de opción: nos ahorramos el tonmar decisiones a cada paso, siguiendo al estilo elegido (va desde la ropa, el comportamiento, etc). Es una decisión que limita el campo de desición.
La revolución superindustrial, la aceleración del cambio, rompen con los esquemas establecidos, convirtiéndo al estilo de vida en un artículo desechable. Esto explica la falta de compromiso que vivimos: la gente se acostumbra a ir de un lado a otro, aprendiendo a no relacionarse (temporalidad en las relaciones). Si bien el hombre se adhiere a un grupo, no lo hace con un real compromiso, sino bajo la plena conciencia de deserción al primer aviso. Su permanencia al grupo es superficial.
La nueva sociedad ofrece pocas raíces en cuanto a relaciones duraderas, pero brinda más variedad de estilos de vida, más libertad de entrar y salir en todo momento.
El exceso de libertad en éste aspecto tampoco es lo ideal, ya que se podría llegar al punto en que no hubiera entendimiento entre las personas gracias a ser todas demasiado diferentes. Se vería afectada la integración social.
El cambio que se está produciendo no es originado por fuerzas extrañas, sino que son consecuencia del accionar del hombre. Por lo tanto, al menos en potencia, están sometidas a su control.
Shock del futuro  no es la evitación del cambio, sino a otra clase de cambio. Consciente o inconscientemente, empleamos a diario diversas técnicas para mitigar ese shock. La idea es crear, conscientemente, determinadas zonas de estabilidad personal.

Janet Josco Mendoza
Post - data. disculpe la demora, profesor pero es que tuve algunos inconvenientes. 

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