jueves, 17 de febrero de 2011

De la concepción constructivista a la comunicativa


Las planificaciones oficiales actualmente vigentes se basan en una línea de mediocridad intelectual e insensibilidad social que lleva incluso a obviar totalmente a los autores actualmente son más citados por las comunidades científicas de educación (Freire) y de ciencias sociales (Habermas). Las ciencias sociales desarrollan ya, desde principios de los ochenta, una orientación comunicativa que engloba y supera otras anteriores como la constructivista. Todas las experiencias educativas a nivel mundial que están logrando éxitos en superación de desigualdades se basan en las características del aprendizaje dialógico como la acción conjunta del alumnado, familias, comunidad y profesionales de la educación. Su importancia actual aumenta en una sociedad de la información en que el aprendizaje depende principalmente y cada vez más de todas interacciones del alumnado y no solo de las que recibe en el aula ni solo de sus conocimientos previos (Flecha, Ramón 1997).
Para la generación de un aprendizaje dialógico deben darse los siguientes principios:
• El diálogo igualitario, por el que todas las aportaciones de los actores se consideran en función de la validez de los argumentos y no en función de las relaciones o posiciones jerárquicas o de poder.
• La inteligencia cultural es un concepto amplio de inteligencia, que engloba la pluralidad de dimensiones de la interacción humana.
Las personas somos seres de transformación (Freire, 1997). En esta premisa se basa el tercer principio del aprendizaje dialógico. Éste hace posible los cambios en las personas y en su entorno.
• El aprendizaje dialógico incluye una dimensión instrumental, en la medida que los actores acuerden que quieren aprender aquellos tipos de conocimientos y destrezas que consideran necesarias para su desarrollo.
• La creación del sentido de nuestra identidad. Hoy en día nos encontramos con que la formación está dejando de tener sentido para muchos jóvenes. El abandono del sistema educativo, el mal llamado fracaso escolar, está incorporando una nueva variable, la del desinterés producido por una actividad que no genera sentido y que, consiguientemente, no motiva.
• La solidaridad, en que se han de basar las prácticas educativas democráticas que se plantean como alternativa a la exclusión y marginación social derivada de la dualización social. El aprendizaje dialógico se ha de llevar a cabo de forma solidaria y participativa en una relación de igualdad y horizontalidad, para que sea equilibrado y justo, incorporando una dimensión social a nivel de comunidad local e internacional.
• La igualdad en la diferencia, plantea la diversidad de las personas como un elemento de riqueza cultural.


Lic. Carmen Rìos espinoza
Aula 504
Maestria en Docencia Universitaria.

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